El Plan Quebradas del Área Metropolitana cumplió 8 años saneando los afluentes hídricos del Valle de Aburrá, por medio de la identificación de las principales problemáticas que se encontraron en algunos municipios de todo el territorio metropolitano, con una inversión superior a los 1.500 millones de pesos.
25 quebradas han sido intervenidas por parte del Área Metropolitana y la Corporación Cuenca Verde en todo el Valle de Aburrá. Asimismo, 19 microcuencas en las que se encontraron más de 400 puntos críticos y se formularon 30 proyectos para atender las necesidades más urgentes en 6 de ellas pro medio de Soluciones Basadas en la Naturaleza.
En este programa también han sido vinculadas las empresas privadas asentadas en los territorios con quienes se conversó a través de talleres sobre economía circular y se articularon esfuerzos para apropiar a las comunidades cercanas a las cuencas con la protección del recurso hídrico y sus territorios.
A partir del Plan Quebradas nace Guardianes del Agua Metropolitanos, que son personas voluntarias comprometidas con la protección y el cuidado del agua y los recursos naturales. A ellos se les ha capacitado en temas como el saneamiento, la gestión del riesgo, la conectividad ecológica y la cultura ambiental. Los Guardianes generalmente viven cerca de las microcuencas o tienen algún tipo de interacción con ellas.
En total son 68 Guardianes del Agua Metropolitanos a quienes se les entregaron 22 elementos para cada microcuenca con los que podrán realizar los monitoreos permanentes no solo de los afluentes sino de la fauna y flora que habita en ellas, el avistamiento de aves y la medición de algunas variables del agua.
Las principales problemáticas que se han encontrado en las 25 quebradas intervenidas en el Valle de Aburrá (de las cuales 8 están en los municipios del norte del Valle de Aburrá, 9 en el Sur y, los 8 restantes, en el Distrito de Medellín) son el manejo de vertimientos, la contaminación con residuos sólidos, procesos de erosión, expansión de la frontera agrícola y ganadera, los asentamientos humanos en ellas y la falta de cultura ciudadana.
Este programa continuará fortaleciéndose generando intervenciones mucho mas profundas, con el acompañamiento de los Guardianes del Agua Metropolitanos y una inversión económica que contribuya a que las aguas que desembocan en el Río Medellín, lleguen de manera más limpia y genere un impacto directo al afluente más importante del Valle de Aburrá.