El lo corrido de 2024, la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia- Corantioquia, ha recibido aproximadamente 1678 animales silvestres en las instalaciones del Hogar de Paso, cifra que está discriminada en 113 incautaciones, 1194 rescates, 378 entregas voluntarias y una aprehensión de carácter preventiva. No obstante, la autoridad ambiental ha expresado su preocupación, y ha venido aumentando el número de campañas educativas y comunicativas que buscan sensibilizar a las personas que continúan afectando tanto la fauna silvestre, como a los ecosistemas.
Precisamente, según informó Corantioquia, los casos más frecuentes por los que se ven vulneradas las especies silvestres son el maltrato, la cacería, el atropellamiento, el tráfico ilegal de fauna y las interacciones con humanos u otros individuos. Y a propósito de lo anterior, desde la corporación autónoma regional describieron en que consisten dos de esas problemáticas:
Con relación al tráfico ilegal de especies, muchos de los individuos acogidos en el hogar de paso de Corantioquia son víctima del tráfico, experiencia que puede resultar en la muerte de estos animales,puesto que los delincuentes los dejan en completa vulnerabilidad al separar las crías de sus padres para luego ofrecerlas en las vías, especialmente a animales como titís, arañas, perezosos y pequeños felinos; asimismo, los traficantes pueden acabar con grupos enteros para ofertarlas en el mercado de flora y fauna.
Las aves, por su parte, son asaltadas en sus nidos por los agresores, quienes utilizan artimañas de maltrato como el transporte en botella de los polluelos, luego de amarrarlos con cinta y sedarlos. Aunque, al conocer las características de las especies más adultas, que tratan de defenderse, pueden ocasionar maltratos más fuertes hacia ellos. Lastimosamente gran parte de estas especies son cazadas para venderlas a los ciudadanos del común y que se conviertan en mascotas, por eso el llamado es a no comprar fauna silvestre en carretera ni en ningún establecimiento. De igual manera, Corantioquia expresó que la mayoría de especies de aves luego de ser llevadas a las casas sufren mutilaciones en sus picos, colmillos, alas y garras buscando hacerlas más dóciles, es allí donde todos debemos reprochar este tipo de actos salvajes.
De otro lado, especies como reptiles como tortugas, iguanas, serpientes, babillas, anfibios y peces también son víctimas del tráfico. En el caso de las iguanas, algunas son abiertas estando vivas para sacar sus huevos y venderlos para el consumo humano, luego son cosidas nuevamente a sangre fría, muchas de estas con daños irreparables y sufrimientos prolongados. En cuanto a las tortugas, son utilizadas como mascotas y consumo humano, en este último caso las asesinan introduciéndolas en agua caliente; una muerte lenta y cruel para cualquier especie. Prácticas absolutamente reprochables y que deben ser denunciadas ante las autoridades.
En un segundo momento, Corantioquia hace referencia a las interacciones negativas con los seres humanos y otras especies, una fatal consecuencia de la deforestación, que es una de las principales causas de la pérdida del hábitat de la fauna silvestre. De igual manera, la tala indiscriminada obliga a que los animales se vean motivados a desplazarse a otras zonas en búsqueda de alimento e incluso refugio, y es en este proceso cuando se dan encuentros entre humanos y animales salvajes que por lo general terminan con fauna silvestre herida. Esto sumado a los muchos animales que mueren o son víctimas de atropellos en las carreteras; grandes felinos cazados por las comunidades, fauna silvestre lastimada por animales domésticos y viceversa, que son consecuencia de la pérdida de hábitat a la que ya se ha hecho alusión.
Las festividades fin de año y navidad, aumentan los riesgos para la fauna silvestre, por el uso de la pólvora y la temporada de vacaciones en las que hay un mayor desplazamiento por las carreteras del Departamento. Por ello, desde Corantioquia se intensifican los programas de prevención y comunicación para invitar a la ciudadanía a respetar la vida de la fauna y flora silvestre, a denunciar la caza de especies y a respetar los límites de velocidad y la vida de los animales en las vías.