Luz Edilma Yépez Patiño llegó, desde niña, a la vereda La Chorrera, ubicada en el municipio de Barbosa, Antioquia. Junto a sus padres buscó un hogar lejos de su natal Ituango, huyendo de la violencia de ese entonces. Hoy, tras 46 años, no solo ha construido un hogar al lado de su esposo y sus dos hijos, también ha puesto su vida al servicio de la comunidad mediante su liderazgo que hoy marca una huella imborrable en el desarrollo colectivo y el crecimiento de su territorio.
Hace más de dos décadas, Doña Edilma es presidenta de la Junta de Acción Comunal de La Chorrera y coordina “La Aldea”, compuesta por las veredas Isaza, Corrientes, El Cortado y La Chorrera; incluso, es conciliadora a nivel departamental con Asocomunal Barbosa. Cuando le preguntan por su oficio dice entre risas, que se dedica a “trabajar gratis”, sin ninguna remuneración económica; para ella, “el día a día de un líder se trata de no dejar que pequeñas cosas dañen el ambiente en el territorio; ese es mi trabajo, eso es lo que he hecho”.
La historia de Doña Edilma es una de amor por su comunidad, pero también de enfrentar grandes desafíos como el de aquel 12 de octubre de 2000, donde una masacre obligó a que los habitantes de La Chorrera abandonaran sus hogares.
Ella fue una de las primeras que volvió a su hogar pese al peligro. Empezó así a reconstruir su vida y la de su comunidad, ayudándolos a que, poco a poco, retornaran a sus hogares, “Creo que ha sido muy valioso todo este trabajo que he hecho por retornar la población al territorio y quedarme con ellos a seguir luchando y cuidando su territorio. Esa es una de las grandes dificultades que se presentan cuando hay desplazamiento, que la gente no retorna; en el caso de la población de La Chorrera retornamos por ahí un 35%”, asegura Doña Edilma.

Mirando de frente al miedo y a la violencia, el trabajo de Doña Edilma no cesa; desde ayudar a retornar a la población a sus hogares, a las futuras generaciones o construir tres kilómetros de vía en placa huella en la vereda, para ella el mayor logro de su trayectoria como líder y a la vez, el mayor reto, siempre será mantener unida a la comunidad.
Doña Edilma siempre hace lo mejor para contribuir a su comunidad. Gracias a ella, y a la solidaridad de los habitantes de las veredas La Tolda, Buenos Aires, Potrerito y La Chorrera, los habitantes del casco urbano de Barbosa dispondrán de agua potable las 24 horas del día, a través del proyecto Nueva Captación Barbosa que realizará EPM, iniciativa que se desarrollará en la zona.
La quebrada Ovejas será la nueva captación que nutrirá la planta de potabilización del municipio y permitirá que se alivien los problemas de desabastecimiento causados por las épocas de sequía y lluvias intensas. El proyecto Nueva Captación Barbosa tiene previsto iniciar obras en el primer trimestre de 2025 y se espera que entre en operación en junio de 2026.
“Yo creo que el proyecto como tal es un beneficio muy grande para la población de la zona urbana que viene padeciendo el racionamiento, sufriendo porque muchas veces tiene que dejar el colegio cerrado porque no tienen agua. En lo personal, a mí me parece muy bueno poder aportar a una cantidad de personas que necesitan el agua y que nosotros allá la tenemos, gracias a Dios”, comenta Doña Edilma.
Con un nacimiento de agua y un acueducto veredal que abastece sus hogares, para Doña Edilma compartir el recurso hídrico es un acto solidario dotado de sentido: “me parece muy bueno poder ayudar a alguien, para mí es una satisfacción, más el tema del agua que es vital. Yo vengo a Barbosa todos los días y como no voy a querer que mi gente tenga agua; sería absurdo que yo dijera que no”.
Con gestos genuinos y altruistas, Doña Edilma nos demuestra que es una mujer desprovista de egoísmos, que piensa en el bienestar colectivo y que, mediante el trabajo arduo y la solidaridad, es artífice de grandes transformaciones en el territorio.
